Los epitafios son inscripciones grabadas en la piedra de la lápida. Con estas inscripciones se intenta dejar un recuerdo escrito de la persona fallecida. Etimológicamente, epitafio proviene del griego, de las voces epi y tafhos que significa “sobre la tumba”. La tradición de escribir epitafios se remonta al surgimiento de la propia escritura.
Tradicionalmente los epitafios se escribían en verso, con rima, pero actualmente suelen escribirse en prosa. Los epitafios constituyen un subgénero de la elegía, en el que de alguna manera se honra a un fallecido o se lamenta su muerte, con cierto tono literario.
Normalmente se suele grabar al menos el nombre y los apellidos del fallecido junto con las fechas de nacimiento y muerte. Y también es muy común escribir una cita que describa algún aspecto característico de la personalidad del fallecido.
Actualmente, las tendencias más comunes son grabar los epitafios en la piedra o componerlos con letras metálicas individuales. En función de la estética que se desee puede optarse por uno o por otro, ya que no existen grandes diferencias de precio.
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