Si ha paseado en los últimos tiempos por algún cementerio en todo Europa, quizá se haya percatado de que los árboles en estos son normalmente similares, cipreses, para ser exactos. La realidad es que es lo más normal encontrar cipreses en los cementerios, pero ¿por qué siempre hay cipreses en los cementerios? Desde Collyfer te lo explicamos.
Existen varias teorías, más o menos mitológicas sobre el tema. Para empezar, es conveniente indicar que este árbol es perfecto para cortar el viento, dejando al camposanto esa aura sin demasiado viento en el que reposar eternamente, y además se trata de un árbol que no se extiende hacia los lados, sino que solo crece verticalmente, algo que facilita inmensamente su cuidado.
Pero ya que hemos tratado el campo más racional y formal, vayamos al punto jugoso, y es al campo de la tradición, a la corriente mitológica que no explica por qué los antiguos iniciaron tal tradición. En primer lugar, debemos adentrarnos en el mito de Cipariso, cuya traducción es Ciprés, que hace referencia a un joven del mismo nombre que por error mató a un ciervo domesticado, que, ante un dolor incontenible, embriagado por la pena, pidió al dios Apolo que le permitiera llorarlo eternamente, para lo que Apolo convirtió a Ciprés en árbol, quedando, de esta forma, relacionado para siempre con la pérdida de los seres queridos.