Las coronas de flores son un elemento común cuando acudimos a un velatorio o entierro y forman parte de cualquier ritual de despedida. Pero no es una tradición funeraria de hoy en día, desde Collyfer vamos a ahondar más sobre el tema: ¿Sabias que las flores como ofrenda al difunto tiene su origen en la Edad de Piedra? La primera tumba donde se han hallado flores data de hace 13.000 años, en Israel. Desde ese momento, prácticamente todas las sociedades y religiones han hecho uso de esta costumbre.
Por un lado, las flores se utilizaban para ahuyentar a los malos espíritus y, por otro, para prevenir los malos olores. Dado que los difuntos se exponían y se velaban durante varios días, era imprescindible contar con el perfume de las flores, especialmente en los meses más calurosos. Por esa razón, se les cubría con ellas hasta ser enterrados.
Con el paso del tiempo las flores en los funerales se reconocen en forma de corona. En épocas paganas, las coronas de flores simbolizaban el ciclo de la vida: el hombre nace, vive y muere. Y según algunas religiones como la cristiana, el hombre vuelve a renacer, ya sea a través de la reencarnación o de la resurrección.