A veces, relacionamos erróneamente el duelo exclusivamente con el tema de la muerte. Un enfoque incorrecto que ha ido extendiéndose a lo largo de los años y que nos aleja del termino real pero, por este mismo hecho desde Collyfer queremos centrar el foco y definir de que se trata el duelo de forma correcta.
Lo correcto es entender que el doliente se encuentra en situación de pérdida y que por tanto existen distintos tipos a los que nos podemos enfrentar:
Pérdida relacional: Consiste en la ausencia de un ser querido y es la clasificación en la que cabe colocar «la muerte», además, también se encuentran dentro de este tipo de perdida el divorcio y las separaciones.
Pérdida de capacidades: Hace referencia cuando nos vemos afectados en nuestras capacidades físicas o mentales. Por ejemplo, un caso concreto sería la perdida de algún miembro por amputación o accidente.
Pérdida material: Trata en objetos materiales como propiedades o valiosos para nosotros. También pueden hacer referencias a herramientas necesarias para la fuente de ingresos o el trabajo mismo.
Pérdida evolutiva: Al transcurrir la vida nos va llevando por distintas etapas, desde la juventud a la vejez y a su vez por sucesos como la jubilación que al momento de pasar de una a otra, nos puede generar también esa sensación de pérdida.