Con el tiempo, el turismo se ha ido abriendo caminos de muy diversas formas. Lo que entendemos como turismo tal cual se ha convertido en una fórmula tan variada como particular. Eso nos lleva a que hayamos avanzado y abierto puertas a las formas más llamativas, donde entra el necroturismo o más conocido como turismo de cementerios.
Esta fórmula cultural ya tiene tiempo en Europa si bien en España ha comenzado a darse hace menos tiempo. Los cementerios empiezan a ser sitio de paso casi obligado para turistas, y los camposantos, sabedores de ello han decidido abrir las puertas a toda esa gente que siente curiosidad y atracción por conocer más en torno a cementerios reputados, organizando rutas o caminos guiados.
Además de lo que simboliza y el uso que tienen, los cementerios son un elemento arquitectónico de interés cultural en las ciudades, muchos de ellos destacados como punto turístico desatacado. El Patrimonio funerario ha adquirido mayor relevancia con los años y es por ello que cada vez son más los cementerios que deciden abrir sus puertas de manera turística para dar a conocer al viajante el patrimonio artístico e histórico que contienen, que es mucho.
Sin lugar a dudas, una forma distinta de conocer la cultura y patrimonio de una ciudad con los difuntos de fondo.