Un asesor funerario es aquel que se encarga de la organización de todos los detalles tras el fallecimiento de una persona. Es un profesional encargado de ofrecer toda la información acerca de los servicios funerarios, lo necesario para el velatorio, el entierro o la incineración. Conocemos lo difícil que es perder a alguien importante y por eso sabemos que es un momento en el que fácilmente los familiares puede sentirse impactados y desorientados. Esa es la razón principal de la existencia de este tipo de asesores.
Las responsabilidades del consejero funerario permiten que la familia experimente el proceso de duelo y pérdida a su manera, confiando en un equipo de profesionales para encargarse de todos los aspectos prácticos y las formalidades habituales que siguen a un fallecimiento. El asesor funerario siempre considera los deseos de los familiares al planificar una ceremonia de despedida.
En el caso de los trámites, al ser una de sus funciones principales, conoce de primera mano las gestiones y tiene experiencia con los papeleos de ayuntamientos, juzgados y registros. Esto resultará de gran utilidad en un momento tan sumamente devastador.
Por estas razones y muchas otras, el asesor te brinda apoyo durante este difícil período. Te enseña la sala del tanatorio, también se encarga de la gestión de todos los detalles del velatorio, lleva a cabo la colocación de las coronas funerarias y el traslado del fallecido.