La música puede ser muchas veces la mejor manera de expresar nuestros sentimientos cuando no sabemos qué decir. Una pieza musical o una canción pueden decir todo lo que queremos expresar y transmitir sin saber cómo en el adiós a un ser querido, aportando alivio y consuelo a todos los que nos rodean. Por eso, la música y las interpretaciones en directo, ya sean instrumentales o a voz, suelen acompañar el ambiente de despedida y oración durante el funeral de una persona importante para nosotros.
La presencia de la música en este tipo de actos aporta un clima confortable de meditación. Expresa sentimientos de dolor y pérdida dando calidad e intimidad a una ceremonia de despedida. De esta forma, suelen destacar los instrumentos de cuerda como el violín, la viola o el violonchelo. También de viento como el fagot, la flauta o el clarinete. El piano es otro de los instrumentos por excelencia cuyo resultado es excelente en estos ambientes por la calidez y el sonido que aportan.
Lo más habitual a la hora de elegir un repertorio para este tipo de eventos suelen ser las piezas clásicas o sacras. Los Requiems de Brahms, Fauré y Mozart, el Ave María de Schubert, la Cantata 147 de Bach o el Canon de Pachelbel son algunos de los más solicitados. Obviamente, el servicio de música funeraria, al igual que el resto de elementos, está abierto a las demandas y peticiones de los familiares o del mismísimo difunto.