La culpa ubicada dentro del duelo, es un sentimiento que surge tras una elaboración cognitiva de nuestras emociones. Es decir, no es una emoción como tal ni surge de manera natural, más bien es un sentimiento que construimos después de un proceso cognitivo a partir de las emociones que surgen de manera espontánea, y con mucha fuerza, durante el proceso del duelo. ¿Se puede evitar la culpa? En Collyfer vamos a esclarecer algo más sobre este sentimiento en este contexto.
Es bastante común que la culpa aparezca en procesos de duelo ante una pérdida significativa. Una de las principales razones por las cuales aparece la culpa cuando fallece un ser querido, es porque en esos últimos momentos se vuelven sumamente importante sentir que se procedió de la mejor manera, sin error alguno, porque se considera que fue la última oportunidad.
¿De qué nos sirve sentirnos culpables? La culpa no nos sirve nada ya que nos instala en la pasividad, nos quita energía y no es un sentimiento de desarrollo sino de deterioro. Es por eso que a la culpa después de recibirla hay que afrontarla y trabajarla.
¿Se puede evitar la culpa? La culpa desaparece o pierde sentido en el momento en que podamos asumir que somos seres imperfectos y sobretodo cuando asumamos las consecuencias de aquello que no hicimos de la mejor manera, asumiendo las consecuencias, aprendiendo de nuestros errores y encauzando dicho aprendizaje hacia nuestro crecimiento personal.