Aunque no lo parezca, el uso de las urnas funerarias ha estado muy extendido a lo largo de la historia. Por ello, su funcionalidad no es nueva. ¿Sabías que su empleo se remonta varios milenios? En Collyfer vamos a profundizar más sobre el tema. ¡Sigue leyendo!
La cremación es uno de los ritos funerarios más antiguos que existen para despedir a un ser querido. Se cree que este proceso es utilizado desde que el hombre domina el fuego y su origen es plenamente religioso. Los celtas, por ejemplo, consideraban que la combustión liberaba el alma rápidamente, con lo que era más seguro que no fuese atacada dentro del cuerpo por espíritus dañinos. El budismo y el hinduismo, por otro lado, consideran que con el uso del fuego se impide el regreso de los muertos y se facilita tránsito hacia otro mundo.
Como saben quienes trabajan con urnas funerarias en Collyfer, fue, precisamente, el proceso crematorio el que dio origen a estos objetos. Te interesará conocer que las primeras urnas fueron modeladas en tierra, aunque, posteriormente, los materiales fueran cambiando y evolucionando. ¿Sabias que el pueblo etrusco es uno de los que ha creado mayor variedad de urnas a lo largo de la historia? Mientras que en la Edad de Hierro crearon la urna bicónica, dividida en dos partes, una de ellas decorada, además de la urna cabaña, que se modelaba imitando la vivienda del difunto. La famosa urna vaso de canopo de chiusi tenía una tapa que representaba la cabeza del difunto. Llegaron a idear una urna en forma de sarcófago que podía contener las cenizas de la pareja del difunto, y que se decoraba con una escultura de los esposos.
Hacia el año 400 a.C. se impone el cristianismo prácticamente en toda Europa y la incineración de cadáveres fue prohibida por considerarse una costumbre pagana; no se retomaría hasta la Ilustración.