Al hablar de repatriación y del fallecimiento de un ser querido en el extranjero, debemos tener en cuenta que nos enfrentamos a unos servicios costosos, por eso puede ser interesante tener un seguro de decesos que incluya este tipo de servicios. De esta forma, llegado el momento, no será necesario preocuparse de todos estos trámites.
También puede darse, aunque en el momento no seamos conscientes, de que alguna de nuestras tarjetas de crédito o productos financieros incluyan este tipo de incidencias en el extranjero. Aunque estos, sin duda, son momentos muy difíciles, debemos consultar si el fallecido tenía cubiertos de alguna forma estos sucesos, ya que puede cubrir los costes de la repatriación.
Si la muerte de ese familiar ha sucedido de forma violenta y requiere de una investigación, las embajadas no podrán interferir y todo tendrá que hacerse de la forma en la que lo indiquen las autoridades competentes en este asunto.
Por su parte, la familia será siempre la encargada de tomar decisiones respecto al cuerpo. Debemos tener en cuenta que hay países que exigen la realización de una autopsia y otros exigen a un tribunal que tenga orden de un juez. Por lo tanto, el traslado del cuerpo podría demorarse y ser un poco más complicado de lo que ya es de por sí.