Si la semana pasada os contábamos la existencia de un testamento digital, en el que se marca qué se debe hacer con la información personal publicada en la red. Hoy os queremos acercar la alternativa creada por Facebook ante la defunción de un ser querido.
Sin duda un gran número de personas tienen un perfil en Facebook, una red de contacto con amigos, familiares, fotografías de nuestros momentos y un sinfín de información adicional y personal.
La persona propietaria de este perfil social, es la persona que debe elegir qué hacer con ella una vez no esté con nosotros, pudiendo eliminarla o mantenerla activa. Para mantenerla en activo, el usuario marcará un heredero de la página, para ello, marcará en el apartado de configuración de seguridad la opción contacto de legado.
El perfil de Facebook de una persona fallecida le permite a la persona designada a descargarse los distintos archivos públicos, nunca podrá entrar como si fuera él no ver los mensajes privados. Otras opciones que tiene el heredero son, actualización de la foto de la foto de perfil y responder solicitudes de amistad.
Si la persona fallecida no designa un heredero de du cuenta de Facebook, las personas más cercanas deben certificar su estado y después, elegir entre eliminar la cuenta o convertirla en una cuenta conmemorativa del fallecido.
En ambas ocasiones, los perfiles de las personas fallecidas no son usurpados por nadie, dejando de manera visible en el perfil como en la foto principal de la persona una dirección de correo electrónico de la persona que puede administrar esa página.