Es normal que la muerte nos imponga a todos cierto respeto, ya que es un miedo natural a lo desconocido. Sin embargo, este miedo racional puede acabar convirtiéndose en pánico irracional: es entonces cuando podemos hablar de fobia a la muerte.
Las personas que padecen esta fobia suelen ser también exageradamente hipocondríacas y a veces sufren otras fobias asociadas, como la necrofobia, que les hace incapaces de tolerar cualquier idea, objeto o lugar relacionados con los muertos.
Todo este malestar puede provocarles crisis de ansiedad y depresiones, lo que hace necesario que tengan que ponerse a tratamiento para superarlo.
El temor a la muerte esconde además otro tipo de miedos como puede ser al dolor, al sufrimiento, a la nada, a la oscuridad, a lo desconocido… Pero por muy mal se esté, hay que tener en cuenta que siempre hay solución. Todas las fobias se pueden tratar con éxito. Lo importante es que ninguna fobia termine condicionando nuestra vida y nuestra felicidad.
En este caso, el miedo a morir se denomina tanatofobia. Como os decimos, es una fobia natural y muy común pero que debe comenzar a ser tratada por expertos y profesionales en el momento en el que ese miedo se impone en nuestro día a día y nos afecta y domina en distintos momentos de nuestra vida.