Cuando hablamos de simbología relacionada con la vida y la muerte, pensamos inmediatamente en muchos de los símbolos religiosos más populares, como es el caso de las cruces y estrellas. Sin embargo, no todas guardan relación con la religión sino que muchos de ellos forman parte de las diversas culturas de todo el mundo.
En cuanto a los colores, destaca el negro por encima de todo, ya que simboliza el luto en la mayor parte de países del mundo. Si hablamos de símbolos internacionales, debemos señalar también la bandera de media asta, que representa el duelo colectivo ante una pérdida o tragedia.
Los esqueletos, los cráneos y las calaveras son otros de los símbolos más representados, estos hacen referencia a la mortalidad y al carácter temporal del cuerpo.
Los animales también pueden resultar representativos en el ámbito fúnebre, pues muchas veces vemos representado el pavo real o el ave fénix, dos pájaros que son sinónimo de la inmortalidad, la resurrección, la regeneración y el carácter indestructible del alma y el espíritu del ser humano.
Por último, los árboles también son reconocidos como símbolos de la muerte, especialmente el árbol de la vida (que representa la armonía al final de la vida) y los cipreses, árbol común en los cementerios que representa la inmortalidad de las almas que allí se encuentran.