Las fiestas están llenas de compromisos estresantes a los que igual no te apetece acudir tras la pérdida de un ser querido. Es importante que te permitas tener el tiempo necesario para ti y tus heridas. Por un lado, quedarte al margen de todo durante estas fiestas no es una opción ni te ayudará a sentir mejor. Sin embargo, es importante permanecer en contacto con la gente que nos apoya y comunicarnos con ellos.
Del mismo modo, si consideras que la pérdida se te está haciendo insoportable durante estas fechas, no dudes en pedir ayuda. Recuerda que hay muchas más personas que, al igual que tú, lo están pasando mal en estos momentos. Únete a grupos de apoyo o asiste a conferencias para compartir tu experiencia personal y alejarte del aislamiento.
Asimismo, las navidades aumentan la sensación de vulnerabilidad en torno al duelo y la pérdida. Los sentimientos negativos, la apatía, el cansancio extremo o la falta de apetito pueden hacerte caer en un bucle de desesperación y riesgo de depresión. Durante estos momentos, podemos caer también en hábitos poco saludables.
La primera temporada navideña sin ese ser querido es difícil pero todos los que te quieren y están a tu lado pueden ayudarte a superar la pérdida y mitigar el dolor. ¡Déjate ayudar!