Cuando llegan este tipo de festividades tan familiares y señaladas en el calendario, sin duda, nos transportan a momentos de celebración y reconocimiento de la importancia que en este caso uno de nuestros progenitores tienen en nuestra vida, pero también puede suponer una festividad dolorosa si ha fallecido.
Es prácticamente imposible evitar el bombardeo publicitario de tiendas que promocionan ese día, los anuncios de televisión que incitan a los espectadores a comprar regalos, y las redes sociales donde vemos fotos de padres e hijos, y planes de celebración pendientes.
La muerte de uno de los progenitores es el duelo más común y, aunque el doliente considere que está sobrellevando bien esa pérdida, este tipo de días suelen ser especialmente difíciles. Si deseamos honrar su memoria, existen algunas actividades para realizar solos o en familia que nos ayudarán a tenerles más presentes en un día tan señalado. Desde Collyfer te decimos algunas: