Como bien sabes y hemos citado a lo largo de varios de nuestros post, cada vez más se ponen en marcha metodologías de entierro ecológico similares a la técnica de la incineración pero que intentan paliar sus efectos nocivos ayudando a reducir el cambio climático y la emisión de contaminantes. Por ello, desde Collyfer queremos hablar de nueva propuesta que estamos seguros que os va a dejar “helados”.
¿Has oido hablar de la promación? Es un tipo de entierro ecológico que surge en Suecia debido a la saturación en los cementerios. ¿Su propósito? reducir el impacto ambiental que produce el entierro tradicional o la cremación.
Para ello el cuerpo del difunto es sumergido en nitrógeno líquido a -196°C, temperatura a la que la materia orgánica es extremadamente frágil por su alto contenido en agua. A continuación se somete a una vibración, mediante ultrasonidos, convirtiendo el cuerpo en polvo. Este polvo se introduce en una cámara de vacío en la que se extrae el agua (un 70% del volumen). Del polvo seco obtenido se separan metales contaminantes como el mercurio o las prótesis dentales o de huesos, con lo que los restos ya son completamente ecológicos.
El polvo resultante corresponde apenas a un 30% de la masa corporal original, y es introducido en un envase biodegradable que es enterrado a una profundidad de medio metro; a diferencia de los entierros normales, impide la degradación causando una putrefacción anaeróbica y desmembramiento por animales, también evita los gases tóxicos arrojados a la atmósfera por el proceso de cremación.