Los ajuares funerarios se han dado en muchas de las culturas ancestrales que se han ido sucediendo a lo largo de nuestra historia, siendo una muestra de afecto hacia los difuntos,entregándoles objetos personales que marcaron la vida del fallecido, los más conocidos son los ajuares funerarios de los faraones de Egipto, pero todas las culturas que rodean nuestra sociedad han tenido sus propias tradiciones.
Muchas veces, estos restos arqueológicos son la única forma de conocer a las culturas ancestrales, debido a que estos no dejaron restos de su cultura o que otras civilizaciones las aniquilaran.
Un buen ejemplo de lo que os hablamos es la sociedad Etrusca, una civilización que vivió en el centro de Italia y de la que apenas han quedado restos, convirtiendo esta cultura en una de las menos conocidas y más enigmáticas de las que poblaron Europa.
Se cree que esta sociedad influyó en las culturas vecinas que les rodeaban, como a Galos o romanos, pero su desaparición hace ya casi 2 milenios sin dejar muchas muestras de su aportación.
Ahora, tras todo ese tiempo, se han encontrado dos tumbas intactas de esta civilización, que podrán aportar, gracias a los ajuares, más conocimiento sobre esta desconocida sociedad prerrománica como su literatura o tradiciones.