Tras la muerte de un ser querido pasamos por distintas etapas o fases que son claramente reconocibles. Si has perdido a alguien recientemente o tienes un allegado intentando superar el duelo por la despedida de alguien importante, no olvides que todo pasa. La fase final del duelo es la aceptación, el saber vivir con ello y seguir adelante, pero sin olvidar a quien para nosotros fue tan relevante.
La primera fase de este duelo, como es lógico, es la negación. No es fácil asumir que la persona a la que tanto queríamos ya no está y por eso el ser humano se refugia en la negación para evitar dolor, sufrimiento y aceptación.
La segunda fase trata sobre la indiferencia o el enfado por la pérdida. Durante esta etapa se busca razones o motivos causales a lo que ha sucedido y suele aparecer el sentimiento de culpabilidad.
La tercera fase es la negociación, el intento por buscar una solución que no existe a un problema ya imposible de solucionar.
La cuarta y penúltima etapa por la que pasamos en el duelo es el dolor. Lo más importante de este momento es encontrar nuestro espacio adecuado para expresar y procesar las emociones que sentimos tras la pérdida.
Por último, como decíamos, llegará la calma con la aceptación. El momento en el que se asume la pérdida del ser querido como algo inevitable con lo que tendremos que vivir de aquí en adelante.